El astronauta, en su viaje a la luna, esta noche, como ninguna, la quiere tanto y mucho más…solo sentimiento puede respirar y se prepara a escribirle una carta, una vez más…
Te miraría, hasta gastar mis ojos y luego seguiría con el corazón.
Cuando te miro siento que me olvido del temor
y todo es posible entre esas lunas verdes
y el magnetismo entre los dos…
Te abrazaría, hasta perder la fuerza en mis brazos…
y luego me cosería a tu razón para anestesiarla un rato
y ser libres y ya no sentir dolor…
Te besaría, cada día hasta poner celoso al universo
y me inventaría en un minuto en tus labios,
algún verso que censure al “control” entre tú y yo…
Te contaría, cada noche una historia de amor
entre un hombre y la luna…y sobre el fracaso del temor
cuando se quiere, cuando se encuentra
lo que encontraron esos dos…
Te alentaría, cada día a incendiar tus ganas por crear
Me gusta ver el arte que eres capaz de inventar,
y no te puedo dejar de admirar…
Te confesaría, que me quiero perder en tu cintura
y caminar por la curva de la sonrisa de cada respirar
que tú me sueles inspirar…
Te cantaría, cada mañana al despertar,
en honor a tu belleza y a tu energía estelar…
Terminaría cada día con un beso y un “te quiero”,
para darte algo que soñar…